Las lecturas que se han quedado conmigo

  Viendo la imagen final de los libros que he seleccionado como mis mejoras lecturas, queda  bastante claro que me encanta leer vidas de otros.   Disfruté muchísimo con ese canto de amistad que es el libro de Cristina Peri Rossi a su gran amigo Cortázar. Descubrí a Alessandro D´Avenia con El arte de la fragilidad . Saberse frágiles y aceptarlo es una de las enseñanzas de la vida. Me gusta descubrir a testigos de la vida. Y un testigo ha sido Philippe Lançon con El colgajo . ¿Cómo se puede sentir gratitud después de haber sufrido un atentado? Pues se puede.  Igual de Delphine de Vigan siente un amor tan profundo hacia su madre, a pesar de la infancia que la hizo pasar. Sanmao también nos cuenta el pozo oscuro en el que cayó después de la muerte de su marido. No consiguió salir de él. Leer la vida de los demás te hace poner en perspectiva la tuya.  Leer a Ayestarán y su Jerusalén, santa y cautiva, te hace conocer una ciudad testigo de tanto sufrimiento.  Con Los silencios de la libertad

Ante el dolor de los demás

Tamiki Hara es un escritor japonés nacido en Hiroshima y que sufrió el antes y el después de la bomba atómica, su experiencia nos la dejó reflejada en un librito breve que se titula Flores de verano. En este libro nos cuenta el día antes de la caída de la bomba y el día de después. Vivir una experiencia como esta, le marcó toda su vida, y ante la inminente guerra de Corea y su temor de volver a vivir algo como la bomba de Hiroshima, Tamiki no lo pudo soportar y se acabó suicidando. 

Susan Sontag, fotógrafa y escritora fallecida hace unos años, escribió un libro titulado “Ante el dolor de los demás”, una reflexión sobre el comportamiento humano ante el sufrimiento ajeno. Para la portada del libro eligió un dibujo de Goya, de su serie “Los desastres de la guerra”. A Goya se le puede considerar uno de los primeros reporteros de guerra, con sus dibujos nos ha hecho llegar hasta nuestros días, el sufrimiento de la guerra. “Desastres de la guerra”, son un grito contra la crueldad humana. “No hai remedio” comentaba Goya en uno de ellos. El alto valor testimonial y documental de su arte, “Yo lo vi”, convierte a estos grabados en el primer manifiesto pacifista de la historia. 

Ante el dolor de los demás podemos hacer muchas cosas, podemos sentirlo tan dentro que no lo podamos soportar y no queramos ni saber de él, o podemos convertir ese sentimiento en denuncia, como hizo Goya y tantos otros artistas. Para Susan Sontag estas imágenes son necesarias: “Mira, dicen las fotografías, así es. Esto es lo que hace la guerra. Y aquello es lo que hace, también. La guerra rasga, desgarra. La guerra rompe, destripa. La guerra abrasa. La guerra desmembra. La guerra arruina”. 

Estos días en Valladolid podemos ver la exposición “Entre fronteras”. Fotografías hechas en las fronteras de distintas partes del mundo. Fotografías que hablan del dolor de los demás. Del dolor de millones de personas que mueren intentando pasarlas. Del dolor de las familias rotas. De los niños solos.
Son fotografías hechas por Ester Medina, fotografías que nos muestran el dolor de los demás. Ester ante ese dolor no sólo muestra el sufrimiento, sino lo que es más importante, como los demás luchan ante su propio dolor. Migrantes en lucha. Sí, ante el dolor de los demás, se puede luchar, como luchan los que lo sufren.



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